El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, fue condenado a casi un año de cárcel en Reino Unido por haber violado su libertad condicional cuando en 2012 se refugió en la embajada de Ecuador en Londres para no ser extraditado a Suecia.
Teniendo en cuenta el tiempo que ya pasó en la cárcel por este delito pasible de un año de prisión y por el que fue detenido el 11 de abril en la legación ecuatoriana, el tribunal londinense de Southwark lo condenó a 50 semanas de reclusión.
Este es, sin embargo, solo el primer capítulo de la batalla legal que le espera al australiano, requerido por Estados Unidos para juzgarlo por "piratería informática": el jueves debía enfrentar una vista judicial por esa petición de extradición, que su equipo legal recurrirá en un proceso que podría alargarse hasta dos años.
"Usted se puso deliberadamente fuera del alcance de la justicia", le dijo la juez Deborah Taylor, subrayando que vigilarlo durante tantos años tuvo un coste para los contribuyentes británicos.
"Hice lo que creí que era lo mejor", afirmó Assange en una carta de arrepentimiento leída por su abogado, quien aseguró que este decidió quedarse en la legación ecuatoriana por "las amenazas que recaían sobre él desde Estados Unidos" y que "lo ensombrecían todo".